Vivimos tiempos convulsos. Modernos...tecnológicos...pero al fin y al cabo convulsos; bizarros incluso. El mundo es un hervidero de egoísmo (y yo el primero...) Somos muchos millones de habitantes, y parece ser que esto, esta sociedad que hemos montado, tiene pinta de estallar dentro de pocos años. De haber un terrible cambio en el modo actual de vida, espero que sea cuanto más tarde mejor (de nuevo el egoísmo; ¿no os parece?)...
En fin...no nos pongamos tremendistas (a pesar de ser cierta esta bizarra realidad actual) y pasemos a temas más mundanos, o cercanos, o simplemente semi-personales (total, para lo poco que le suelen interesar a las personas lo que les suceda a unos otras...)
Bien, ocurre que al ser este un blog de música, o eso se pretende, me parece adecuado quizás comentar algo relacionado con el mundo musical; y en este caso con un post sobre mi nueva adquisición tecnológica: un flamante y efectivo teclado musical; el KURZWEIL KP-110
Hace años, cuando yo era más joven aun, a los teclados que no eran sintetizadores ni pianos ni órganos profesionales, vamos, a los órganos domésticos de toda la vida se les llamaba simplemente órganos, o incluso órganos electrónicos. Mi hermana tuvo la suerte de poder disponer de un famoso CASIO PT-20 comprado el 13 de Septiembre de 1983; el cual costó 12.000 pesetas, unos 72€ al cambio de aquella época, claro; hoy en día...a saber... Total que aquello, aunque más bien de juguete, era un órgano electrónico. También recuerdo vagamente el CASIOTONE que tenía mi amigo Gonzalo. Supongo que fue hacia el año 1984-85 aproximadamente. Ese CASIOTONE ya era un aparato algo más grande y mejor. Creo que el modelo en cuestión era el CASIOTONE MT-65 pero no lo podría jurar. La cosa es que las teclas eran de tamaño mediano, me parece recordar, y el resto de especificaciones...habría que rebuscar por la red de redes. Solíamos entretenernos con dicho órgano electrónico en bastantes ocasiones. Nos gustaba mucho poder tocar melodías conocidas e incluso crear alguna pequeña performance. La adolescencia...ya se sabe...
En fin, que aquellos fueron, digamos, mis primeros y bien emocionantes escarceos con los teclados musicales electrónicos. Poco sabía yo sobre música por aquel entonces. Sin embargo mi interés fue creciendo poco a poco, a la vez que iba informándome cada vez más acerca de los instrumentos electrónicos (principalmente) que surgían en el panorama musical.
Llegados al punto, como ya comenté en uno de mis primeros post de este blog, de haber podido disfrutar de un 'humilde' sintetizador desde finales del año 1987; me estoy refiriendo al CASIO CZ-3000
Pues bien, tras mucho mucho tiempo rebuscando marcas, modelos, etc. y pudiendo encontrar el momento adecuado, me decidí a dar el paso y adquirir un nuevo teclado musical, que en esta ocasión y como decía, después de valorar ciertos aspectos más bien de utilidad y comodidad, logré dar con un teclado interactivo (que es como se llaman ahora) de marca conocida y de renombre; KURZWEIL Marca estadounidense de la que oí hablar por primera vez viendo los video-clips de Stevie Wonder y si no mal recuerdo también en un reportaje que emitieron allá por 1986 en TVE en el primer episodio de un programa juvenil, del cual no llego a acordarme del nombre; lástima. Sea como fuere, la cuestión es que no sabía yo que la marca KURZWEIL disponía de órganos electrónicos modernos y a precios asequibles.
Me decidí por este modelo, el KP-110 en concreto, debido a sus características y a su sorprendente sonido; además su precio me resultó moderadamente económico para todo lo que ofrecía. Llevo ya casi nueve meses usándolo con bastante frecuencia (al menos una o dos veces por semana, siempre que puedo) y verdaderamente estoy contento con él. Estoy seguro que todavía pasaré buenos ratos de felicidad tocándolo y disfrutando de sus sonidos de calidad.
Para ser sincero, aun no lo tengo controlado del todo, pues pese a lo medianamente simples del aparato, dispone de un montón de ajustes y funciones. Una de las características por lo que lo compré, fue por que viene equipado con un grabador (secuenciador dicen) de canciones de hasta seis pistas. Una de ellas es de acompañamiento, lo que significa que escoges uno de los 240 patrones rítmicos y lo encajas en esa pista de acompañamiento. En las otras cinco pistas se van introduciendo cada uno de los más de 600 sonidos que incluye el teclado, de cinco octavas, por cierto. La verdad es que tiene suficientes posibilidades para un humilde aficionado como es mi caso. Otra característica importante que tuve muy en cuenta a la hora de decidirme por un nuevo teclado, era el que tuviese teclas sensitivas, es decir, que según la presión que se haga al pulsar cada tecla el sonido sea más o menos fuerte en cuanto a volumen se refiere. O sea, que resumiendo, aparte claro está, de que tuviese unos buenos/decentes sonidos, mi mayor interés se centraba en poder crear canciones disponiendo de pistas musicales para ello; y en tener teclado sensitivo.
Otra cosa que valoro en este KURZWEIL KP-110 es el peso del aparato, el cual es de tan solo cinco kg. He de decir que viene equipado con unos sonidos tipo sintetizador, denominados 'pads' que me han dejado boquiabierto por la calidad de sus sonidos. Aparte, claro, de sus acertados pianos, pianos eléctricos, órganos, sección de cuerdas, sección de vientos, percusiones, etc.
Otra cualidad que tiene este teclado interactivo de KURZWEIL y que me encanta, es el poder mezclar dos sonidos distintos al mismo tiempo (dual), con lo que se realza la riqueza sonora del aparato. Tiene botón de activación de sustain para cualquier sonido. Dispone también de unos cómodos y útiles bancos de memoria a los que poder asignar cualquier sonido con algunos de los efectos de los que dispone este KURZWEIL KP-110 Efectos como reverb, chorus, delay, echo, thril (una especie de arpegiador), etc. También existe la posibilidad de dividir el teclado en dos partes en las que tener disponibles dos sonidos diferentes. La verdad es que, como anotaba con anterioridad, el aparato ofrece variado entretenimiento y una cierta calidad sonora. De momento funciona correctamente, y ya he podido crear unos cuantos temas musicales en estos casi nueve meses de uso y disfrute.
Sin embargo este KURZWEIL KP-110 carece de entrada USB, cosa que aunque ya sabía, voy notando que buena falta hace tener esa posibilidad de extraer a disco duro los temas que voy creando/tocando. Tampoco hubiesen venido nada mal el poder disponer de diez pistas, en vez de las 'escasas' seis que aporta. Y ¡cómo no! me hubiera gustado que el secuenciador tuviese posibilidad de ser editado. Claro que eso quizás sería pedir demasiado para el precio de casi 300€ que costó...
Mientras tanto continúo disfrutando como un enano aprendiendo a manejarlo poco a poco, aunque desgraciadamente la vida no es eterna...y quién sabe...ojalá todavía pueda llegar a tener otro teclado musical mejor.
Obviamente recomendaría comprar este teclado interactivo/órgano electrónico KURZWEIL KP-110 porque considero que satisface ampliamente cualquier requerimiento para iniciarse con comodidad en el mundo de la interpretación musical.
