Electrónica 2: The heart of noise (2016) de JEAN MICHEL JARRE

     Después de varios discos, para mi gusto, ligeramente fallidos. Supongo que debido a los esquemas musicales tan, digamos extraños (estilo cercano al chunda chunda) y alejados de sus principios musicales (repito, según mi criterio) Jean Michel Jarre confeccionó un trabajo discográfico de mayor calidad; titulado 'Electrónica 2: The heart of noise' (2016)

    Pues aún siendo eso: música electrónica, el conjunto de composiciones es de la calidad deseada. Con respecto a otros discos anteriores, el cambio se hace patente sobre todo porque encontramos algunas canciones, que son eso...canciones cantadas, en este caso por artistas famosos y reconocidos; como es el caso de Cyndi Lauper, Pet Shop Boys, Yello, Gary Numan o Primal Scream. Como dato curioso, mencionar la curiosa intervención de Edward Snowden en el tema 'Exit'

    Pero la esencia musical de Jean Michel Jarre sigue estando latente. Me apasiona descubrir nuevos sonidos a lo largo de todo el álbum. Aparte de la increíble paleta sonora, de la que este pedazo de artista francés suele hacer gala, otra cosa que me encanta es la manera que tiene de desarrollar complejas, pero a la vez fantásticas, programaciones rítmicas. En eso, Jean Michel Jarre es todo un maestro. Y más todavía con la dilatada experiencia que lleva a sus espaldas. 

    Por eso este disco 'Electrónica 2: The heart of noise' (2016) me parece una verdadera joya musical; y que menos que dedicarle un buen post. Tampoco es que os vaya a desgranar los pormenores y entresijos de esta magnífica producción discográfica (mas que nada porque no poseo esa información... ¡que más quisiera yo...!) pero sí dejaré constancia, como es parte importante de este blog tan personal, de las canciones que obviamente más me gustan.

    Antes de pasar a enumerar esas canciones/temas musicales de este, repito, pedazo de disco del gran Jean Michel Jarre, decir que en lo referente al empleo de los diversos aparatos electrónicos con los que se ejecutó y grabó este álbum, el decimosexto por cierto; la línea se mantiene en usar sonidos tremendamente bien diseñados y programados desde los potentes (es de suponer) sintetizadores y samplers. Aunque no voy a descartar el uso de programas informáticos (pues vivimos en un mundo muy tecnológico y nuestro amigo Jean Michel Jarre es un verdadero apasionado de estos avances, faltaría más) con los que ampliar y mejorar aún más la extensísima paleta sonora empleada en este disco. 

    Tampoco faltan, dentro del conjunto de temas incluidos en este disco, las geniales secuencias, las capas de sintetizadores que van conformando tan bellos acordes. También se puede disfrutar de unos bajos realmente homéricos, como es el caso del tema 'Switch on leon' donde la pista del bajo me dejó alucinado ya la primera vez que la escuché; y es que es un bajo super extra-bass. Digno de alabanza. Luego, sí es cierto que el uso de las líneas de batería (o sea, de cajas de ritmo/programaciones rítmicas) va un paso por delante con respecto a lo que Jean Michel Jarre solía hacer hace años; cuando compuso sus primeras obras maestras. Cosa normal por otra parte en el devenir de este veloz avance tecnológico al que nos vemos diariamente sometidos.

    Es por ello que las estructuras compositivas han variado notablemente. No digo que para peor; pues no sería lo correcto, pero sí se puede apreciar ese cambio en la forma de expresar toda la musicalidad reinante a lo largo y ancho del disco. Para mi gusto, aunque existe claramente ese cambio en los esquemas, digamos rítmicos, la belleza musical en general está ahí, y la disfruto plenamente a cada instante. Al ser Jean Michel Jarre un genio de la música electrónica, sin duda alguna, cada elemento sonoro introducido de la manera que sea, produce en mí variedad de sensaciones. Quizás lo que más valoro es, como decía antes, esa calidad sonora general o simplemente puntual. Es decir, que en algunos temas la experiencia sensorial se eleva a cotas de máximo placer musical.

    Listado de mis mejores temas musicales de este maravilloso disco 'Electrónica 2: The heart of noise' (2016)

    'Circus'  La cual considero la más comercial. La más cercana al pop-electrónico. Con una formidable estructura musical, cargada de suficiente armonía y en la que los sonidos generan una sensación muy intensa, acompañados también de una excitante programación rítmica. Una verdadera pasada de tema musical. El estribillo, con esas notas musicales, es la caña. Me encanta sobremanera la línea del bajo. Todos los secuenciadores están que se salen. Sin lugar a dudas es el tema que más me gusta y el que más sensaciones desencadena en todo mi ser. Me llena de energía. Una gozada total para, si se me permite la expresión, desgastar unas cuantas células de mi aparato auditivo.

    'Switch on leon' Lo más llamativo, sonoramente hablando, es ese imponente bajo extra bass total. Nada más escuchar esas primeras notas he quedado alucinado en colores; y a partir del minuto 1:40  el éxtasis me ha inundado el cerebro de intensas sensaciones del todo agradables. Un tema que yo calificaría de alucinógeno sonoro total. La agradable melodía de fondo bien merece la pena disfrutar una y otra vez (como suelo hacer yo) Pero, repito, el portentoso sonido sintético de la línea del bajo...es lo más emocionante de este maravilloso tema en esa línea casi experimental.

    'Electrees' es otra genialidad de este músico y compositor francés, en colaboración con el gran maestro de muchas bandas sonoras cinematográficas exitosas; Hans Zimmer. De estilo pseudo-planeador, con esa base de secuencias a modo de arpegio-bajo, su desarrollada suavidad produce sensaciones cercanas a temas pasados, cuando Jean Michel Jarre nos obsequiaba con homéricas composiciones electrónicas de enorme calidad. En este tema, de escasa duración, la armonía, a la que se añaden unos suaves coros, me emocionan un montón.

    'Exit' es una locura rítmica de proporciones titánicas. En ella los extraños sonidos se suceden casi sin respiro. La velocidad va fluctuando pasados los 3:15 minutos, hasta casi convertir a este tema en una pieza exenta de melodía y de ritmo, instante en que surge la voz robotizada de de Edward Snowden. Así hasta el minuto 4:24, momento en que se retoma la voracidad rítmica, y el demarraje electrónico nos devuelve a la frenética visión del autor empleándose a fondo con los sintetizadores.

    'What you want' Lo considero un clarísimo ejemplo de estilo tecno-pop con sus dosis de carga gótica. Una estructura sonora digna de mención. Apasionante línea de bajo sintetizado (of course) Y la voz de Peaches (cantante y compositora canadiense) al frente en todo momento. Una muy muy buena canción electrónica; si señor.

    'Gisele' es un canción de corte más comercial. Vamos...un hit. Dentro de su categoría musical, faltaría más. Para mi gusto, es una delicia más de este genio musical; lástima que su duración sea tan corta... Bajo ese ritmo acelerado y fantásticamente desarrollado, la melodía cubre todo el tiempo de ejecución, con esos marcados sonidos de sintetizador. Luego está la voz de Sébastien Tellier, repasada en ciertos momentos por un suave vocoder, pero que pone un toque de distinción a este precioso tema de Jean Michel Jarre.

    'The architect' Programación, secuenciadores, sintetizadores, y muchos muchos sonidos. No parece un tema de Jean Michel Jarre. Ese exceso de electrónica en modo tecno-disco,  con un ritmo netamente enfocado a las pistas de baile, confunde a todo aficionado al compositor francés. Sin embargo sus apenas 4:45 desprenden una energía absolutamente hipnótica (sobre todo por su línea del bajo)  Un tema destacable dentro de este maravilloso disco.

    'Walking the mile'  Otro tema en cierto modo 'extraño' aunque bastante vanguardista para ser Jean Michel Jarre. Se trata de un tema de carácter lento, con un soberbio juego de sonidos, bajo la atenta mirada de una línea de bajo contundente. La peculiar parte vocal corresponde a un tal Christophe.

    En suma, un disco extraordinario y algo ecléctico pero sumamente fiel al poderío electrónico en que se basa el estilo musical del gran Jean Michel Jarre. Merece la pena dedicarle un tiempo a disfrutarlo plena y tranquilamente.