martes, 24 de mayo de 2022

The raw & the cooked (1988) de FINE YOUNG CANNIBALS

     No he tardado yo años en darme cuenta de lo buenos que fueron Fine Young Cannibals. De hecho, y muy a mi pesar de que en el preciso instante en que se publicó el single 'She drives me crazy' apenas me gustase la canción, este segundo disco de la banda (trio) británica de Birmingham, me gustaba ya a principios de 1990. 

    La formación reunía a David Steele, a cargo de los teclados, el bajo y las cajas de ritmo, Andy Cox, a las guitarras y al cantante Roland Gift. 'The raw & the cooked' (1988) Es más que un apasionante disco lleno de portentosas canciones; es un compendio de emociones perfectamente calibradas. Al menos, para mí significan unas canciones que me llenan de felicidad; con sus majestuosas composiciones. Impregnadas de sonidos modernos y una muy cuidada interpretación. Quiero dejar constancia ante todo de la portentosa y peculiar voz de su cantante Roland Gift, la cual , a pesar de sus falsetes, posee un registro de graves bien poderosos; cosa que se deja notar especialmente en temas como 'As hard as it is'  De cualquier manera, la voz de Roland Gift es bastante singular y reconocible.

    En cuanto al estilo musical imperante en este estupendo álbum, me inclinaría a catalogarlo como una de la más extrañas y enérgicas, también, mezclas dentro del pop-rock, ya que contiene diversidad de géneros: brit-pop, disco-pop, rock estilo años 60, soul, funk... y hasta en el tema 'Don't let it get you down' flirtean descaradamente con el acid-house-pop, que tanto me interesa. La cosa es que la calidad musical queda bien reflejada en lo absolutamente buenas que son todas las canciones de este formidable disco. 

    Después de unas cuantas escuchas, puedo decir que mis canciones favoritas son: 

    'I'm not satisfied' Donde el ritmo, los sonidos, las voces y la melodía alcanzan cotas de máxima intensidad. Ese teclado con sonido de órgano Hammond... esa línea de bajo sintetizado... los coros femeninos... Majestuosa canción donde las haya. Me emocionan sobre todo, los vertiginosos sintetizadores.

    'Tell me what' la cual es una verdadera preciosidad. Con esa melodía perfectamente arropada con los suaves sonidos de piano y riffs de órgano. Qué decir de las voces y los coros...

    'Don't look back'  Quizás sea la que más me gusta, aunque por poca diferencia sobre otras. Me encanta sobre todo esa melodía tan pegadiza, así como la línea del bajo, los maravillosos riffs de guitarra y esa programación rítmica tan potente e hipnotizadora. Un vendaval de sensacionales emociones; eso es lo que me produce escuchar este precioso tema.

    'Ever fallen in love' es el tema que cierra el álbum. Una canción portentosa como ella sola. Con una fuerza instrumental  a cargo, sobre todo, de la línea sintetizada de bajo y esos riffs de guitarra bastantes emocionantes. Contundente  y maravillosa programación rítmica; la cual me infunde una agradable energía. Resaltar eso riffs/disparos finales de los sintetizadores, los cuales quedan pero que muy bien.

    'I'm not the man I used to be' Curiosa programación rítmica, que unida a las melodías de los acordes de órgano y a esos riffs de guitarra y de teclado, me dejan un sabor de boca muy especial. Preciosa y a la vez sencilla canción de los Fine Young Cannibals.

    'Don't let it get you down' Fantástica canción, que ya mencioné antes lo mucho que me gustaba, debido en buena parte al sonido acid-house-pop; pero también a su excelente estructura rítmica y sonidos. Me hubiese gustado que durara un par de minutos más...

    Me asombra la cuidada producción de todo este álbum. El sonido empleado es, y fue en su momento, realmente novedoso. Echad un buen vistazo a la información que pone la wikipedia, acerca de parte del entresijo de grabación del sonido de la caja en el tema 'She drives me crazy', la verdad es que no tiene desperdicio... Comentar que casi todas las canciones están escritas y compuestas por Roland Gift y David Steele.

    Me encanta esa unión casi perfecta de melodías, ritmos, voces y emociones tan intensas. Emociones que siento al escuchar atentamente cada una de las canciones. En muchas de ellas, las ganas de bailar son inaguantables diría. La verdad es que hay que reconocer que a Fine Young Cannibals les quedó un pedazo de disco formidable, casi homérico. Un disco que será bien recordado os lo aseguro.

    Antes que se me olvide, decir que el tema 'Suspicious minds', original de Elvis Presley compuesto en 1969, fue magníficamente versionado por Fine Young Cannibals; y de hecho es una de mis canciones  preferidas.

    Espero que os guste tanto o más que a mí.

    

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