EVOLUCIONES MUSICALES: KURZWEIL KP-110 + FL STUDIO 21

    Hace ya unos cuantos meses que empecé a alucinar con el poderío sonoro del programa de edición musical FL Studio 21  Quizás alguno de vosotros lo conozcáis (Aunque algo me dice que probablemente no; es bastante lógico)  Os explico un poco; Es un programa bien potente (casi profesional) con el que producir y editar música (Aunque centrado bastante en estilo de música electrónica)  Para mí, uno de sus principales alicientes, al margen de lo cómodo de editar música, es el poder contar con cientos y cientos de sonidos de fábrica (la mayor parte de ellos son sonidos electrónicos, como dije antes) que disparados desde el teclado de mi Kurzweil KP-100 a modo de teclado master, son gloria bendita para mis oídos, y me proporcionan a la vez un estado de felicidad casi absoluta. De hecho, el tiempo se escurre cuando estoy tocando el teclado.

    Al ser el FL Studio 21 un programa muy muy amplio, apenas todavía se manejarlo bien. Aunque lo básico lo tengo medianamente dominado, me queda mucho por aprender a manejar. Llevará su tiempo, pero acabaré por poder sacarle algo más de rendimiento. Ya he compuesto varios temas musicales; y es que la ayuda que ofrece un editor musical como este, es realmente alucinante (al menos para un novato como soy yo con esto de las nuevas tecnologías)  Creo que debo llevar alrededor de cien temas instrumentales elaborados con verdadera pasión.

    En cuanto a los sonidos, que os decía que trae de serie el FL Studio 21 me alucinan sobremanera. Por suerte, los altavoces de mi ordenador entregan suficiente rango de calidad sonora (excepto unos buenos bajos por supuesto) y con ellos puedo disfrutar de esa calidad necesaria de la que tanto me gusta disponer. 

    Otra cosa que me encanta de esos packs de sonidos, es que se pueden editar. Es decir, funcionan como un verdadero sintetizador musical en modo analógico muchas veces; con sus muchos botoncitos, reguladores y demás historias. Así se logra modificar y matizar un sonido hasta extremos casi inimaginables, lo cual proporciona un elevado plus de emoción para mí... Si es verdad que echo de menos bancos de sonidos acústicos de mayor calidad; secciones de cuerdas, de pianos, de flautas, de metales, de órganos eléctricos, guitarras, etc. etc...

    Me sorprende la enorme cantidad de sonidos de percusión que ofrece por defecto, quiero decir, los sonidos que trae de fábrica digamos. Entre bombos, cajas, platillos, timbales, charles (hi-hat) y demás elementos de percusión (congas, cabasas, triángulos, bongos, etc. etc.) pasan de los 200 sonidos distintos (aunque hay unos cuantos que varían poca cosa...) incluyendo además gran variedad también de sonidos de percusión sintético-industriales, así como unos cuantos efectos. Total...una pasada, donde poder escoger a gusto.

 

    Supongo que no hay nada más emocionante que poseer una pequeña colección de sintetizadores, y poder tocar cada uno de ellos de la forma en que se concibieron. Con sus propias teclas, y accediendo a todas sus funciones (programación incluida) Para mí sería un sueño. De momento me voy apañando bien y me entretiene mucho. Mientras tanto, sigo disfrutando de las posibilidades que me ofrece este FL Studio 21 con el que aprovecho para desarrollar mis inquietudes artísticas musicales, e ir creando temas instrumentales de diversa índole. 

    

    Ojalá vosotros también podáis disfrutar de las bondades de este binomio; FL Studio 21 + teclado MIDI/teclado master y dar rienda suelta a vuestros sueños musicales.